COMO TRABAJAMOS EL CLOS DEL SERRAL

Clos del Serral es una parcela única, con suelos de 16 M de años (salinos, carbonatados y con restos de fósiles marinos), tiene una orientación norte y un microclima fresco gracias a la presencia del bosque y del lago de la finca. Su situación hace que tenga una menor insolación, provocando una maduración más lenta y larga de la uva, lo que permite mantener una alta acidez con un grado alcohólico equilibrado.

Es una parcela histórica donde tenemos plantada la variedad xarel.lo, cepas de más de 60 años que exaltan sus cualidades en este terruño.

Esta parcela, al igual que toda nuestra finca, la trabajamos orgánica y bio dinámicamente, pero el hecho que sea la parcela más especial para nosotros, hace que la tratemos con el máximo respeto, por este motivo sólo el hombre y el animal la trabajan, y no permitimos que entren vehículos pesados.

El motivo de la utilización de animales son muchos, todos muy importantes:

En primer lugar, hay toda una parte romántica de volver a los orígenes de cómo se trabajaba antiguamente, y filosófica de manera de cultivar la tierra que llamamos bio sinergias (interacción entre tierra-planta-animal-hombre)

Es una vuelta a los orígenes apoyados en los conocimientos técnicos actuales. Rompemos con la viticultura industrial y volvemos al máximo respeto por la naturaleza.

Desde un punto de vista más practico o vitícola, hay otros motivos:

1. En primer lugar, el caballo no compacta tanto la tierra como un vehículo pesado (tractor), así tenemos un suelo más esponjoso, donde hay más vida (insectos, hongos, bacterias, gusanos,….) y las raíces de las cepas se desarrollan mejor. Teniendo un suelo más esponjoso, las cubiertas vegetales tienen un buen desarrollo, hacen la función de des compactadoras naturales y dan materia orgánica al suelo, necesaria para tener una buena fertilidad. Ahora, en nuestra parcela del Clos del Serral, tenemos la mejor cubierta vegetal de toda la finca.

Y, fieles a nuestra filosofía, conseguimos una muy buena interacción entre animal, planta y hombre. El animal se alimenta de hierbas, trabaja el campo, y además da alimento al suelo con sus excrementos.

2. Por otro lado, hay un máximo respeto a las cepas. El animal, en caso de error, no romperá ninguna cepa. El tractor, sí. Y para nosotros son cepas muy valuosas, muy viejas y no nos queremos permitir ningún error, ningún fallo. Son únicas.

3. Además, y por supuesto, estamos evitando al máximo las emisiones de CO2

4. Por último, pero igual de importante: este es un trabajo que nos apasiona y nos permitimos hacerlo tal y como nos guía el corazón, de la manera más pura y respetuosa.

A lo largo de los siguientes posts os iremos explicando cuales son estos trabajos que hacemos con el animal, desde labrar, segar hasta calzar las cepas. Esperamos que os guste!

Pepe Raventós                                     Joan Munné

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