Entrevistamos a Joan Munné, director técnico de Raventós i Blanc, después de su estancia en Nueva Zelanda, donde ha realizado trabajos de vendimia durante cuatro semanas. Una experiencia enriquecedora tanto a nivel profesional como personal.
De familia de payés en el corazón del Penedès, en Sant Pere de Riudebitlles. Es el pequeño de cuatro hermanos y el único que pudo cursar estudios universitarios; sin dejar de echar una mano en las tareas del campo siempre que podía. Es ingeniero técnico agrícola, enólogo y sumiller; aunque confiesa que hace veinte años ni siquiera bebía vino. El amor por la tierra, la naturaleza y el origen le hicieron cambiar de opinión y ahora es director técnico de Raventós i Blanc, liderando un equipo joven y ávido de aprendizaje.
En este camino de evolución permanente, hace apenas un mes ha vuelto de una estancia en Nueva Zelanda, donde ha realizado labores de vendimia en una bodega donde ha conocido a otros enólogos de todo el mundo. Una experiencia de cuatro semanas que, como él mismo asegura: «me ha permitido desconectar de todo para poder conectarme de nuevo».
Joan Munné realizando tareas de biodinámica Momentos de vendimia en Raventós i Blanc
¡Al otro lado del mundo! Cuéntanos dónde has estado.
Esta vez quería vivir una vendimia en Nueva Zelanda y gracias a la recomendación de David Gleave, importador nuestro del Reino Unido, he podido disfrutar esta experiencia en Marlborough Vintners, una bodega de Blenheim, un pueblo situado en la zona de Marlborough, que es donde se concentra la mayoría de viñedos del país.
Seguro que es un sitio precioso…
Es una zona muy seca, pero han sabido demostrar que, con un buen trabajo agrícola y una buena gestión del agua, puede haber vida y biodiversidad.
En una excusrsión al Mount Cook Puesta de sol desde Marlborough Vintners
Paisajes aparte, tú has ido a trabajar. ¿Cómo era tu día a día?
Mis trabajos eran básicamente de bodega. Estar al corriente de los kilos de uva que debían entrar, realizar la planificación de las prensas que se utilizarían, prensar mostos y enviarlos al depósito de desfangado; y también apoyaba otras tareas como los controles de fermentación.
¿Quizás algo alejado del campo?
Personalmente, me gustan todos los trabajos de vendimia; pero es cierto que me considero un enólogo que le gusta trabajar en origen, desde el campo. Acompañar a la uva para transformarla en vino y hacer que ésta pueda expresar el terruño.
Expresar el terruño. Parece una misión complicada.
Los grandes vinos deben demostrar su origen y esto requiere un alto conocimiento técnico y mucha precisión en todo el proceso para interpretar bien su origen con la mínima intervención posible.
Ahora bien, esto necesita más tiempo que las cuatro semanas que estuve allí. Sin embargo la experiencia ha sido muy buena.
Experiencia de vendimia en la bodega Marlborough Vintners (Nueva Zelanda)
Profesional y personalmente, entiendo.
Por supuesto. El ambiente en la bodega era multicultural y esto siempre enriquece la experiencia. Estuve con argentinos, chilenos, italianos, sudafricanos, indios, australianos… No descarto que, en el futuro, pueda venir algún enólogo a Raventós i Blanc a hacer una vendimia. Ese intercambio siempre es positivo.
Y, además de amigos, ¿qué te llevas del Nuevo Mundo?
La idea de libertad, de no tener ataduras o mochilas históricas como las que tenemos aquí. En el Nuevo Mundo pueden plantar viña donde crean oportuno, hacer vinos sin el condicionante del origen. Es una forma de hacer mucho más laxa.
Pero tan lejana de la nuestra como la propia Nueva Zelanda.
Exacto. En Raventós i Blanc, tenemos el foco en el terruño, en el rigor técnico y hacer bien las cosas. Si queremos que se hable de Conca del Riu Anoia, nuestros vinos deben demostrar de donde vienen.
Vendimia en el Clos del Serral Selección grano a grano para Mas del Serral
Y ésta es una de tus funciones
Así es. Junto con Lore y Mariona, formamos un equipo joven, trabajador, con ganas de aprender y mejorar; y con pasión por lo que hacemos. Con un enfoque que llevamos años trabajando con Pepe Raventós para hacer que nuestros vinos sean capaces de transportar a quien los toma hasta nuestra finca, el lugar donde han nacido.
Un poco como tú. Vayas donde vayas, sabes dónde está tu casa.
No hay otro camino. Cuando amas el origen, sabes que el destino siempre te llevará de vuelta.
Amante del territorio, es un gran defensor de la Conca del Riu Anoia. Conoce como pocos el potencial de nuestros suelos, nuestras variedades y su capacidad de expresión. Ama su trabajo y se vuelca en cada detalle para conseguir que nuestros vinos sean reconocidos en todo el mundo sin dejar de expresar el lugar de donde vienen. Es su forma de enseñar al mundo la grandeza de un pequeño rincón del Penedès nororiental, de nuestra casa, de su casa.
Ahora producimos unos vinos de calidad, de carácter único y con una personalidad propia.
Os invitamos a formar parte de un recorrido apasionante, entretenido, lleno de curiosidades, aventuras y momentos especiales que hoy protagoniza a 21 generación y que sueña con una denominación de origen: Conca del Riu Anoia.
¿Te animas a compartir con nosotros este viaje? Prometemos no defraudarte en el recorrido.
¡Bienvenidos!